El modelo de Bateratzen se apoya en la idea de que una organización funciona como un sistema sociotécnico. Es decir, que al analizar su funcionamiento se toman en cuenta tanto el rendimiento de la organización como el bienestar de las personas que forman parte de ella. En resumen, se trata de entender cómo ambos aspectos están conectados y afectan el funcionamiento general.
Según la mirada predominante dividimos el problema complejo en partes:
La dirección se encarga de diseñar la parte técnica con el objetivo de lograr resultados organizativos (productividad, calidad, servicio).
La gestión de personas se encarga de cuidar la parte social con el objetivo de asegurar el bienestar y la motivación de las personas.
Mirada sociotécnica
Sin embargo, según la teoría de los sistemas sociotécnicos, el sistema técnico influye en el sistema social y viceversa. Por lo tanto, la dimensión técnica de la solución es fundamental.
En otras palabras, el rendimiento organizativo y el bienestar de las personas están estrechamente relacionados, y cuando se abordan juntas, ambos se optimizan.
Rendimiento organizativo
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Motivación y Bienestar
Modelo teórico
Según el pensamiento sistémico, las relaciones de causa y efecto son circulares en lugar de lineales. Esto implica que la causa está estrechamente relacionada con el efecto y viceversa.
Como resultado, cuando se lleva a cabo una iniciativa de cambio dentro de la organización, esta tiene un impacto en el grupo, y con el tiempo, este impacto afecta la iniciativa de cambio que se implementó por primera vez.
En este caso, la decisión de implementar una iniciativa de cambio se verá influenciada, entre otros, por la estrategia y los resultados de la organización, así como por las creencias de la dirección. Esta iniciativa será percibida por parte del colectivo de forma diferente en función de sus valores y creencias compartidas (cultura de la organización). Y, esta percepción, condicionada entre otros por los valores sociales, resulta en una vivencia de las personas: bienestar, implicación, desafección, etc.
El bienestar, motivación e implicación de las personas trabajadoras revertirá en unos resultados organizativos (también condicionados por el efecto del mercado u otros). Y, al mismo tiempo condicionará la iniciativa de cambio adoptada inicialmente (reforzándola, regulándola, eliminándola, etc).
Es importante destacar la importancia de la cultura en todo el proceso, ya que las creencias que se asientan en la cultura de cada organización influirán más o menos concluyentemente en el mismo.